Una Tipa Rapaz...

Con la sonrisa como estandarte va la Dama de La Estrella matando muerte, ganando vida, viviendo viajes interminables que ella desea. Busca la inefable Dama ser ella quien decida, en su jovial andar olvida que gracias a lo que el mundo hizo con el mundo y lo que los humanos hicieron con los humanos ya nadie decide.

Esa sonrisa apoyada en su efervesente hablar, su indesifrable mirada y su factuoso actuar, es el estandarte del rostro que todo lo esconde para dejarlo a la vista, que nada guarda para poder ser secreto, es el rostro de las mil caras todas brillan en la noche que enciende su actuar.

Esa mirada que se apoya en el rostro ya indecible por los adjetivos pero admirable siempre admirable en la tortuosa manera de esperar que tengo, de esperar que cosa? esperando que se va la vida?
No se lo que quiero pero lo quiero ya.

Ella ya no es vista por ojos normales, es vista por fraudulentas formas de vida que buscan en el aire un reconfortante negocio de placer que nadie esta dispuesto a vender.
Sabe Dios si existe Dios y sabe ella de su existencia y sus provocares.
Un te amo no es suficiente para el pobre Anton pero lo conforma por lo menos por esta noche de revelaciones mutuas y contradicciones varias.
Cantaran su canto las sirenas y solo se oira su nombre en el viento soplando como una brisa en mi oido.