lunes, 25 de mayo de 2009

Observandonos

Frío, calor, abrigo, intemperie, agitación, exaltación, soledad, tristeza, euforia, certezas, incertidumbre, secretos, confesiones, el desconsuelo de saber y la esperanza de ignorarlo todo. Miles de sensaciones confluyen dentro de la maquina de rutina que yace pre-dormida entre los trapos que intentaban refugiarlo del afuera y trataban de disfrazarlo del idiota que quiere ser.
Solo como la postal en la ciudad de Joan el burgués, dentro del puerto de los cielos, que se repite sin sentido hasta que alguien pregunta:
-¿Cómo ser tan egoísta y altruista de creerse solo si fuera hay muchos egoístas que como yo, solo piensan en yo?
Podrido por fuera. Siempre esta podrido afuera. Las náuseas provocadas por el olor putrefacto del inconmovible aparato solo logran, que la sensación de que las hierbas destiladas sea el mejor abrigo, se haga cada vez más intensa.
-Soy inmune, invencible, inviolable, no hay quien pueda dañarme-(el grito mudo de increíble efervescencia hizo que algunas palomas vayan a posarse a la catedral del fin del mundo) Dijo casi despertándose el Dios de su mundillo y volvió a sumergirse en el mundo que Pangloss le hizo querer ver. Porque afuera siempre esta podrido, pero la sensación de ver que su sueño de primavera se arruinaba ante el escrutinio inmutable de los demás y de el mismo, hizo que la declaración de amor sea aun mayor de lo que venia siendo sin romperse todo lo construido aun.
-Lo más honrado que jamás he visto hacer por amor- comento con rosas El Malón.
-Lo se pero fue muy estupido. Quizá demasiada sinceridad para un negocio como este- respondió Jaco Abrepuertas
-Sabes que no hay sinceridad que no sea estupida- (en la republica de Cazaluces los humanoides solo podían mentir no se podía decir verdades dado que esto era considerado un acto de total inutilidad, y estupido por definición)
Solo pétalos de flores salían de El Malon, comandados por los más tremendos insectos
en su interior.
¿Cómo podía tener consuelo un alma que casi destruida aun se rebajaba pidiendo una tregua imposible en el lugar donde el ser amado era invitado a una fiesta de colores de por vida?
Solo, como siempre se ve al que nada hace por querer compañía, estaba tirado con una navaja en la mano y dos fotos invisibles en la otra sin saber que hacer y repetía:
-Sin usted dueña de mi corazón solo me quedan ganas de ser un tremendo inútil para así obtener por lo menos el consuelo de su palabrerio, hermoso palabrerio que levanta imperios dentro de mí.
Como dijo el Medel Llorón, en los momentos de mayor desconsuelo, los humanoides de Cazaluces en las situaciones mas desconsolantes solían volverse humanos, demasiado humanos. Y ahí se veían mucho mejor, en su verdadero ser interior, el que todos los días disfrazan para el mundo de individualidades.
Si por lo menos hubiese sido una tormenta, en el más allá no echaría de menos sus sueños y en el más acá no estaría desconsolado cuando la algarabía es intensa. Pero no lo fue. Igualmente las tormentas nunca entenderían las bondades de una flor. Flores y tormentas tienen guerras constantes en distintos sectores. Pero estas guerras siempre terminan con la victoria de las flores, porque las flores son un ser que va mas allá de las trivialidades de la tormenta, trivialidades que para algunos humanoides son mas que una vida entera de penas.
Todo esta podrido por fuera, pero existen las flores para recordarnos lo efímero que es vivir y lo eterno de la bondad y la belleza.

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